Viví durante dos décadas en el campo. Mis padres abandonaron la gran ciudad cansados de los principios, valores y costumbres que no les satisfacían y con las que no comulgaban. Durante los 10 primeros años de mi vida, y por elección propia, no tuvimos televisor en casa. Pasé mi niñez dibujando, pintando, cantando, cultivando en un pequeño huerto, aprendiendo en casa todo lo que en la escuela no me enseñaban, compartiendo con personas de diferentes países y culturas; disfrutando, entre otras cosas, de noches estrelladas y de buenas conversaciones. A pesar de haber estudiado ciencias, en mi etapa de adultez emocional comencé a interesarme por otras áreas y temas como el lenguaje, la economía, la política, la geopolítica, la historia y la filosofía. No soy ni medianamente experto en ninguna de ellas, pero me gusta indagar sobre temas específicos y divulgar lo aprendido. Usaré este espacio para compartir contigo mis intereses y algunas de mis vivencias. Mis amigos me llaman Anta y tú puedes hacerlo también.