La Cuarta Revolución Industrial llegó para quedarse. ¿Y ahora qué?
A lo largo de la historia han ocurrido diferentes etapas donde la humanidad ha experimentado avances tecnológicos y sociales, dice el autor de Sapiens, Yuval Noah Harari (2014).
Para Harari, la primera revolución fue la cognitiva, en la que Homo Sapiens comenzó a pensar, la segunda fue la agrícola, que consistió en la domesticación de las plantas, y la tercera la comprenden las revoluciones industriales de la edad moderna.
En la actualidad nos encontramos en el inicio de la cuarta revolución industrial, pero, ¿qué nos deparará esta nueva revolución? ¿Acaso estamos preparados para afrontar sus consecuencias? ¿Qué ha pasado con la humanidad luego de las revoluciones industriales anteriores? ¿Habrá realmente un avance? Este artículo está enfocado en atender las inquietudes que suponen este nuevo punto de inflexión de nuestra historia.
En la primera parte de este artículo, se hizo un recuento del impacto de las tres primeras revoluciones industriales en la humanidad. Ahora veremos la que más nos atañe por el momento histórico.
Cuarta revolución industrial
Podemos ver la Industria 4.0 como una futura cuarta etapa de la evolución técnico-económica de la humanidad, cuyo desarrollo ya ha comenzado (tercera década del siglo XXI). Pero, ¿qué entendemos por Industria 4.0 o por Cuarta Revolución Industrial? El concepto de Cuarta Revolución Industrial lo acuña en 2016 Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial, y la define como: “La Revolución que genera un mundo en el que los sistemas de fabricación virtuales y físicos cooperan entre sí de una manera flexible a nivel global”.
Es un hecho que, a día de hoy, tecnologías como la Inteligencia artificial (IA) y el internet de las cosas (IoT) ya están cambiando el mundo. No en vano, la inteligencia artificial es señalada como elemento central de esta transformación, íntimamente relacionada con la acumulación creciente de grandes cantidades de datos (“big data”), el uso de algoritmos para procesarlos, y la interconexión masiva de sistemas y dispositivos digitales.
A diferencia de las revoluciones anteriores, es la fusión e interacción de estas tecnologías lo que diferencia a la Cuarta Revolución Industrial de las anteriores revoluciones.
Las fábricas ya no necesitan de mano de obra especializada durante la cadena de montaje, sino que ordenadores programados operan máquinas para mantener la producción (Universidad Politécnica de Madrid, 2021).
Podemos pensar que esto no nos afecta directamente porque es posible que donde vivamos ya no haya fábricas. Sin embargo, nuestros dispositivos electrónicos, electrodomésticos, vehículos, etc., se encuentran constantemente enviando información a las compañías fabricantes: ¿qué has comprado hoy? ¿A dónde has ido? Todos estos datos son denominados ‘internet de las cosas’ (loT) y están siendo procesados por las computadoras: trabajo repetitivo y especializado; las tareas de la clase media.
¿Sabes a cuánto equivale el porcentaje de trabajo repetitivo y especializado en tu país?
De acuerdo con la compañía Randstad, en España alrededor de un 52 % de los trabajos son especializados y repetitivos (Vázquez, D., 2021), mientras que la Universidad de Oxford afirma que en Estados Unidos el 47 % son de este tipo (Frey, C., & Osborne, M. 2023).
La mayoría del empleo repetitivo y especializado se paga con sueldo del tipo medio, es decir, al acabar con estos empleos no habrá empleados de clase media porque los ordenadores les reemplazarán.
Y entonces, ¿qué ocurrirá con nosotros durante la cuarta revolución industrial?
Aunque es incierto el futuro, se puede pronosticar que habrá nuevos empleos, tal y como ocurrió durante las revoluciones industriales pasadas. Sin embargo, también es pronosticable que los empleos estarán relacionados con el área de programación informática porque habremos de supervisar programas computacionales y algoritmos para tomar las mejores decisiones. Por lo tanto, se crearán nuevos puestos de trabajo y bien pagados, pero el acceso está condicionado por el costo de la educación, es decir, no todos podremos permitirnos estudiar y mucho menos llegar a esos empleos.
Por otro lado, hay otro tipo de trabajos que los ordenadores aún no pueden hacer, pero que estan muy mal remunerados, como, por ejemplo, los repartidores de comida, trabajillos en aplicaciones, etc. A esta clase, el profesor, investigador y escritor británico Guy Standing la denomina “El Precariado”.
El Precariado, Una nueva Clase Social, Colección Ensayo.
En su obra, el sociólogo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Standing, asegura que estamos ante una nueva clase social caracterizada por la inestabilidad laboral, la inseguridad a la hora de planificar el futuro y, como marca principal, la pérdida de control sobre el tiempo. La portada de su libro está adecuadamente ilustrada con dos jóvenes sentados en una calle cualquiera, apoyados contra la cortina cerrada de un negocio, sus caras convertidas en manchas blancas (Natanson, J. 2019).
En la actualidad, los puestos de trabajo con sueldos altos o muy bajos son los únicos que aumentan y esa seguirá siendo la tendencia; corremos el riesgo de volver a la época previa a la revolución industrial.
Si la clase media desaparece, los impuestos dejarán de ser pagados y el sistema de bienestar será insostenible: pensiones, educación pública, sanidad, pago por desempleo, etc., no se podrían mantener y el colapso sería inminente.
La clase media actual aprendió una especialidad debido a que el sistema educativo fue reformado para que nos especializáramos en una sola cosa mediante la realización de ejercicios repetitivos, memorizáramos datos y cumpliéramos órdenes. Los ordenadores pueden hacer eso exactamente y su velocidad de aprendizaje es exponencial.
… Y, mientras tanto, nuestros hijos siguen estudiando bajo el mismo sistema de enseñanza.
Si la amenaza es tan inminente, ¿por qué los políticos no hablan de la cuarta revolución industrial en el parlamento? Así podríamos enfrentar lo que se avecina reformando el sistema educativo, por ejemplo.
Realmente lo que ocurre es que dependiendo del momento histórico, político y social, solo se pueden discutir ciertos temas en los parlamentos o asambleas de los países.
La ventana de Overton
Es un modelo de cambio político. Encierra ideas que son aceptables para el público, y por lo tanto, para los políticos. Sin embargo, excluye aquellas ideas que son inaceptables tanto para el público como para los políticos. Además, en relación a nuestro tema, la cuarta revolución industrial, su discusión en el parlamento está relacionada con los votantes y sus edades (Lissardy, G., 2023). Por ejemplo, la abolición de la esclavitud solo se llevó a cabo hasta el siglo XIX porque antes de eso era imposible incluirla en el debate, pues cómo se sostendría la economía si solo se conocía esa manera de mantenerla. La llegada de la máquina de vapor ayudó a cambiar la forma de pensar sobre el proceso de producción.
En la actualidad, salvando las distancias, sucede algo similar al evitar la discusión en los parlamentos sobre lo que ocurrirá con la transformación que sufrirá el mundo en las siguientes décadas. Además, los políticos atienden principalmente a sus votantes, individuos mayores de 35 años en los países desarrollados, dejando de lado los problemas que tendrán los niños cuando sean adultos. Por el contrario, en el siglo XIX los votantes eran más jóvenes, lo que ayudó a la transformación del sistema educativo, pues la clase política necesitaba de esos votantes.
No es de extrañar que cuando un partido político decida debatir sobre este tema en el parlamento, ocurra una polarización y en vez de trabajar en conjunto, pues se transforme en una lucha ideológica sin resolución: comunistas contra liberales, por ejemplo.
¿Qué es lo que hacen mejor las máquinas que los humanos y viceversa?
El trabajo que no es repetitivo y especializado es al que podríamos tener acceso en el futuro: salarios con alta y baja remuneración, es decir, poco especializados, como los entregadores de paquetes, camareros, cuidadores de niños, y los de alta especialización como los directores de compañías, pero serán pocos y será difícil acceder porque habría que estudiar demasiado a un coste muy elevado.
¿Qué hacemos para mantener a la clase media a flote?
Llegado el momento, ¿se aumentaría el salario de las actividades de baja remuneración actual u obligaríamos a los robots a pagar impuestos?
Quizá sea mejor que, de una vez por todas, dejemos de lado esas actividades repetitivas y de memorización y que nos encarguemos de las actividades creativas, improvisadas y en conjunto. ¿Qué ocurriría si así fuera? ¿Hasta dónde llegaría nuestra imaginación?
Por supuesto que para lograrlo hay que tener cubiertas las necesidades básicas siempre y es por ello que se han llevado a cabo discusiones sobre la posibilidad de una renta básica universal.
La idea de la renta básica está extendiéndose ahora, pero no es nueva, desde luego. La planteó por primera vez la Utopía de Tomás Moro en 1516, y la desarrolló con más detalle el valenciano Juan Luis Vives en 1526 (Kocic, A., 2020). Sin embargo, el inconveniente principal es quién paga los salarios. Algunos sugieren que los robots deberían pagar impuestos, pero ¿a qué le llamamos así, a un software, a una computadora, etc.? No hay una forma fácil de llevarlo a cabo.
¿Es posible que exista una salida al embrollo en el que nos adentramos cada día más?
Con todo lo expuesto, pareciera que el fin del mundo se avecina y que es mejor acabar con las máquinas para detener la cuarta revolución industrial cuanto antes, pero, ¿sería posible? Siendo honesto, no lo es. La automatización es inevitable, por lo que es mejor conocer cuáles son las habilidades que nos hacen humanos, únicos, porque de ellas dependerá nuestra supervivencia laboral.
Estudios recientes, como los publicados por el Foro Económico Mundial, comentan que para acceder al mundo laboral que se avecina, es necesario contar con habilidades cognitivas, que ayudan a procesar y entender el mundo que nos rodea; habilidades blandas (empatía, liderazgo e influencia social, persuasión, resolución de incidencias, orientación al servicio); habilidades de autogestión (flexibilidad, resiliencia); y habilidades técnicas para aplicar conocimientos específicos al mundo tecnológico y digital (Paya, C., 2022).
Debemos ejercer presión de alguna manera para que nuestros políticos empiecen las discusiones sobre la automatización y se establezcan las reformas del sistema educativo necesarias. El futuro de nuestros niños depende de ello.
Por último, hay que ser optimistas como Hans Rosling, el médico estadístico nombrado en la introducción de la primera mitad de este artículo, porque la humanidad no colapsó durante y después de las revoluciones industriales previas (resiliencia). Por lo tanto, tampoco lo hará ahora. De hecho, el número de empleos formales siempre ha ido en aumento tras cada revolución, al igual que el índice de desarrollo humano. Entonces, ¿Por qué ser pesimistas?

Fuentes bibliográficas:
- Harari, Y. (2014). Sapiens. Reseña. Debate.
- Qué entendemos por Industria 4.0 o Cuarta revolución industrial. (Septiembre 01, 2021). Universidad Politécnica de Madrid. https://www.uam.es/uam/vida-uam/bibliotecas/biblioteca-politecnica/noticias/la-cuarta-revolucion-industrial
- Vázquez, D. (Junio 24, 2021). La revolución en el trabajo se aproxima: en España corren peligro más de la mitad de los empleos en la presente década a causa de la automatización, según los expertos de Randstad. https://www.businessinsider.es/automatizacion-acabara-mitad-empleos-espana-888551
- Frey, C., & Osborne, M. (Octubre 02, 2023). Jobs will be automated, but not because of the latest Generative AI. University of Oxford. https://www.oxfordmartin.ox.ac.uk/blog/jobs-will-be-automated-but-not-because-of-the-latest-generative-ai
- Natanson, J. (Febrero, 2019). El precariado. El Dipló. https://www.eldiplo.org/236-el-modelo-es-la-precarizacion/el-precariado/
- Lissardy, G. (Agosto 03, 2023). La “ventana de Overton”, el modelo que explica cómo ideas políticas consideradas tabú en una época se vuelven aceptables en otra. BBC.
https://www.bbc.com/mundo/articles/c9ekg9mej8po - Kocic, A. (Junio 07, 2020). La renta universal, más allá de la utopía. World Economic Forum. https://es.weforum.org/stories/2017/06/la-renta-universal-mas-alla-de-la-utopia/
- Paya, C. (Abril 27, 2022). Informe OBS: La Cuarta Revolución Industrial y el Futuro del Talento.
- https://www.obsbusiness.school/actualidad/informes-de-investigacion/informe-obs-la-cuarta-revolucion-industrial-y-el-futuro-del-talento
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